El nombre del vodka con yuyo
Así como tantas tendencias vienen de
afuera, la coctelería no es la excepción. Su renovación y reposicionamiento no
fue fruto de la creatividad, sino de traer ciertos estilos desde el primer
mundo y adaptarlos al mercado local para beneficio individual.
Barman en acción. |
Hay mayor interés y es evidente, pero no es
un fenómeno aislado, sino algo globalizado que está pasando en todos los
países.
Si Argentina
fuera un futbolista, y la gastronomía partidos: sin dudas sería el jugador que
todos quisieran tener en su equipo. A nivel mundial, nuestro país cuenta con un
gran abanico de las mejores cosas para este rubro. Somos los máximos
exportadores de muchos productos, llevándolos a niveles de la coctelería, por
ejemplo el azúcar o el limón (como así también sus derivados y todos
tucumanos).
Entonces si bien, esto nació del mundo, no
iban a haber dudas que algún día llegarían para quedarse y tomar un lugar como
en nuestros hábitos.
En Tucumán
ya se instaló. No tiene vuelta atrás. Y se podría llegar a hablar de que va por
buen camino para ser un gran exponente a nivel nacional. Hoy la gente te habla
normalmente con términos muy propios de la coctelería. Esto claramente, como
muchas cosas, por Internet se masificó, con la redefinición de la interacción
social en la web. Esto globalmente profundizó la descentralización de los
bartenders, por fuera de una asociación que los nuclee. El 99% se nutre de
información selectiva e intercambia con colegas de todo el mundo vía web. Se
puede llegar a estar a la altura de cualquier barman instalado hace tiempo en
una barra local, o hasta que de clases en instituciones gastronómicas, con solo
apasionarse y meterse de lleno en este mundo por medio de internet. Si bien no
te lo van a admitir, pero se sabe en el ambiente que hay personas muy capacitadas, que trabajan hace tiempo y nunca hicieron un curso o poseen un título
referido al tema.
Y porque al introducirte en algo que te
apasiona siempre vas a querer más. Esto te lo demuestra Martín Leañez, que después de trabajar más de 20 años en la
coctelería a nivel nacional, hoy ya se considera gastronómico por encima de
barman. Consolidado en este rubro, abalado por las capacitaciones que da en
todo el país, cuenta como fue llevando su propio bar en la actualidad a una
experiencia mucho más acabada de la cocina y la coctelería.
-“No del super plato o del super trago sino
de poder disfrutar de todo, de poder hacer de un momento lúdico o un momento de
disfrute de todos, acompañado de un buen plato y de un buen coctel”
Con esa visión, apunta al futuro, porque es
de su conocimiento que en lugares del mundo ya lo están implementando por el
decaimiento del ofrecimiento de bares solo como fuerte en coctelería.
No es algo a la pasada, seguro que los
relacionado en el negocio tendrán que tomar nota de eso por si quieren vivir
todo el tiempo de esta profesión. Por lo mencionamos al principio, de cómo las
tendencias que vienen de afuera, repercuten y se instalan a nivel local.
La historia en sí lo demuestra. Este
fenómeno nació por medio del turismo, del puerto en puerto, de los hoteles.
Porque esas eran las redes que conectaban a todos por al aquel entonces.
Podríamos ir bien atrás en la línea del tiempo, pero no hay pruebas concretas,
de que a ciencia cierta sean así muchas cosas. Ya hay bastantes controversias
sobre la palabra “coctel”, un sinfín de historias de cómo nace. Y por si no lo
sabían, esa palabra viene de “cocktail” que en ingles significa cola de gallo.
Estoy seguro que si es tu primera vez que sabes al lees esto, te re intriga, me
paso. Y vas a encontrar por muchos lados buenas historias a como se llegó ese término.
A nivel personal me quedo con la que cuenta
hace algún tiempo, un establecimiento en el actual puerto de San Francisco de Campeche, México, donde vendían unas bebidas,
mezclando dos o tres tipos de aguardientes con jugos de frutas, las cuales por
su colorido se llamaban cola de gallo, las que rápidamente comenzaron a tener
aceptación entre los visitantes. Los extranjeros de habla inglesa, traduciendo,
los llamaban ´cock tail´ o cola de gallo, y de esta manera se empezó a
internacionalizar la palabra desde Estados Unidos.
Este último país fue el gran
trampolín al mundo. En enero de 1920 establecían
la famosa Ley Seca, entendida como la prohibición de vender bebidas
alcohólicas apoyada por numerosos activistas anti-alcohol. Los cual le jugaría
una mala pasada. La prohibición provocó un auge considerable del crimen
organizado. Un buen ejemplo de esto fue Al Capone. ¿Y por qué fue el trampolín? Si bien la
prohibición puede estar muerta, pero los fanáticos y los cócteles que generó
todavía están con nosotros. Gran parte del licor de contrabando de esa época te
revolvía el estómago. La necesidad de hacer que ese alcohol malo fuera bebible,
y de proporcionar a los compradores un lugar discreto para consumirlo, creó un
fenómeno que aún vive en el movimiento de cócteles artesanales de hoy en día.
Para bien o para mal, la prohibición cambió la forma en que bebían los estadounidenses
y su impacto cultural nunca ha desaparecido.
Con la derogación de la ley seca en 1933,
se abrían un nuevo mercado al mundo. Y se impulsaría con el turismo. De esa
forma llego a nuestro país un rato antes del fin de esa ley. Tal fue así, que
el 15 de abril de 1941 , se celebraba el Primer Día del Barman, que comenzó en
un banquete de homenaje por el sexto aniversario de la revista “El Barman
Magazine”, el primer medio gráfico exclusivamente gastronómico publicado en
Argentina, y a un hombre, Eduardo Fondevila, que la editaba desde octubre de
1935.
Lo que se podría tomar como mas trascendente en la
provincia, de lo que pasaba en la capital del país, es la época de los 80-90 y
comienzos del 2000. Porque al
igual, que muchas provincias del interior, las tendencia siempre llegaban luego
de explotar en la capital de nuestro país- Dios
está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires reza el dicho- con
apariciones claves. Como para comenzar, la fabricación de licores locales, que
para ese entonces no falta el licor de huevo en las casa. Actualmente algunas
abuelas, o padres también, aun acostumbran a tenerlos en los hogares y los usan
para agasajar invitados. Y sumándole los destilados preferidos de los 80, aparecía el trago emblema de la
época, el Chacho (whisky, licor Advokat o de huevo y
licor de chocolate). Y cerrando esta década, la coca cola empezaba
a obtener un papel crucial como acompañante (tanto como para el whishy como
para el fernet). En los 90 se destaca la aparición de las pulpas, los tragos
frutados, los jugos. El uso masivo del azúcar. Sabores dulces frutales y cremosos,
teniendo como emblema la piña colada, tambien los daikiris frozen. Y a fines de los esta decada también vivirían su
cuarto de hora los ready to drinks, con el “Pronto
Shake” (un Gancia Batido listo para beber), exitosa alternativa a la
cerveza masiva entre los más jóvenes. También se podría destacar que hasta aca
y pasando los 2000, el cine de Hollywood había sido fundamental en la difusión
del glamour de la coctelería. Y volvió a ser clave con una película mucho menos
pretenciosa y glamorosa: cocktail con Tom
Cruise. Generó un aspiracional en bartenders de todo el mundo, y en los más
jóvenes que vieron en el oficio una salida laboral que les permitía “estar en
la onda”: ganar chicas, no pagar en los boliches y tener una pequeña paga para solventar sus
estudios.
Se comenzó a usar la palabra bartender en lugar de Barman, se cree como para diferenciar lo nuevo de lo clásico.
Y ya estábamos en el nuevo siglo.
Con nuevas modas como el show de malabares con botellas llamado flair. Pero no
todas iban a ser buenas para la coctelería. A fines del 2001 y comienzos del
2002, el país sufría una gran crisis. La
devaluación sin anestesia del peso argentino, brusca y descontrolada, fue un
terremoto para el mercado de lo importado. Se cortó la cadena de pagos y los
precios de las bebidas importadas de calidad se dispararon por los cielos.
Muchísimas marcas desaparecieron, y comenzó de repente la desleal práctica de
la “pinchadura de botellas”: rellenar una botella de primera marca con líquido
de calidad inferior por así decirlo. Si bien esto siempre se murmuraba, medios
lo publicaron como para alertar a los consumidores. Y no es casual que en mi
narración te traiga hasta aca, esta practica se sigue efectuando en la
provincia. Barmans lo afirman desde el anonimato, no se animan a dar la cara
por la simple necesidad del trabajo, y se obligan a hacer la vista gorda frente
a dueños tacaños.
Si bien esta pesificación reactivaba la industria
local, la coctelería disminuía sus ventas pero se mantenía estable con el
turismo, que por el tipo de cambio veía conveniente visitar nuestras tierras.
La reactivación lamentablemente no venia por medio de
buenas noticias. Las discotecas se vieron inhabilitadas para rever el tema de
seguridad, debido a que el ultimo día de 2004 ocurría la tragedia de Cromañon. Si bien volvieron a abrir de
a poco, la gente ya se volcaba masivamente a los bares. Y tristemente, esta
hecho me da pie a otro ocurrido en la provincia, y que también ayudo al mundo
de la coctelería a crecer pero a nivel local.
Tucumán
seguía paralelamente los pasos de Buenos Aires. No al mismo tiempo, si un poco
atrasado, pero increíblemente se podría decir que coincidió con otro hecho
lamentable: el caso de Paulina Lebbos. El 12 de mayo de 2006 aparecía la polémica norma que
limitaba la noche tucumana, la ley de las 4AM. El gobernador por ese
entonces,José Alperovich firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para que cierren sus puertas los locales
bailables, boites, pubs, boliches, salas de espectáculos nocturnos, entre
otros, y que los bares y drugstores no vendan alcohol a partir de esa hora. La
norma se implementó luego del crimen de Paulina Lebbos, quien desapareció en febrero de 2006 luego de haber
concurrido a un boliche de El Abasto junto a una amiga. La intención de la
medida, avalada por la Legislatura, era mejorar la seguridad y evitar los
excesos de la noche entre los jóvenes.
De esta forma las personas que tenían un
habito de entrar tarde a boliches no lo cambiaron de golpe, y la mayoría veía
innecesario entrar por pocas horas a los boliches. Lo cual se volcaban
directamente a los bares, los cuales empezaron a mutar y hasta ofrecían
espacios para poder bailar levantando sillas y corriendo mesas. También
extendían sus horarios porque no eran normal encontrarlos hasta las 4AM.
Así levantaron los bares, pero decayeron los
bailes. Y los poco que resistieron, tuvieron que modificar varias cosas, ofreciendo espacios de ocio y comidas, algo nada normal. Se buscaba acercar a
las personas mas temprano. Con esto también implementaron cartas en las cuales
aparte de la comida, agregaron tragos también. Se estaban acercando mucho a ser
bares.
A la par de ser bueno en
la reactivación de los bares tucumanos, se podría decir que tuvo consecuensias
similares a las de la Ley Seca. Muchos negocios ilegales se beneficiaron de
esto. Fiestas clandestinas y lugares donde se conseguía bebidas alcohólicas
fuera de horarios, eran de publico conocimiento. Se estaban multiplicando y con
el correr de los años, se hacia inminente una revisión de la Ley de las 4AM,
porque no tenían control sobre los efecto contraproducentes de la misma.
A comienzos del 2014, casi
8 años después de esa ley en la provincia. El mismo gobernador, que la había
decretado, la derogaba. Les comentaba a los medios que esta ley ya había
cumplido con el objetivo. Que los
controles de alcoholemia y el conductor designado funcionaron bien. Y ya era la
oportunidad para que los empresarios de boliches sean tenidos en cuenta.
También destacaba, que con esta medida, que con esta medida se terminaría con
los bailes ilegales. Mostrando una clara falencia a la hora de buscar controlar
ese asunto.
Haciendo un punto aparte en lo político, para volver a
nuestro centro. La coctelería en la provincia, en ese tiempo, terminaba de
afirmarse. La extensión en los boliches no lo complicaría, ya que se seguirían
usando de previa los bares. Y ayudaban a los mismo, a despejar el publico que no
tenia auto-control con el alcohol.
Volviendo a la globalización. Las redes sociales
actualizaron constantemente a la provincia. La brecha de meses, quizás años,
que se tenía con Buenos Aires y el mundo en cuanto a la tendencia, a simple
vista no existe. O si la tiene no es en gran medida. Tucumán es muy rica en productos para este sector. Y la forma de
explotarlo pasa por cada bartender. Un referente del movimiento por haber
trabajado mas de 10 años en la coctelería tanto en bares como en proyectos
propios, es Martin Suaya, residente en buenos aires actualmente
trabajando en The Hoods. Comenta
sobre su forma de llevar este arte a las raíces. Como una forma de empezar a
tomar conciencia y cuidar el mundo a futuro. Y su visita en la provincia por
medio de semanas dedicadas a los bartender. Brinda un workshop y no deja de
sorprenderse en como la provincia tiene productos hasta en la vereda para
explotar.
-“Tucumán, el Norte, tiene
productos muy buenos que a mi, la verdad , me encantaría tenerlos en Buenos Aires.”
El posicionamiento de la coctelería lo
refleja hoy los hechos. Una empresa distribuidora que hoy tiene como cara la
representación de Campari, quinto
jugador en el mundo de bebidas alcohólicas, llegó hace cuatro años y logra cosas
impensadas. Este año lograron hacer por tercera vez la semana del cóctel en la
provincia, y a futuro no le ven techo. Están muy contentos con su crecimiento y
disfrutan como la provincia les hizo revertir la ecuación, de que ya no tener
que salir a buscar las marcas para traerlas y de que vengan solas.
Por eso este fenómeno ya está bien
instalado. Un barman contaba un hecho gracioso hoy para él, pero que cree que
años atrás hubiera hecho lo mismo al igual que muchos. Cuenta que en uno de sus
últimos eventos, en una barra de coctelería móvil, un señor se acercó a pedirle
lo que llevaba un invitado. Al no poder distinguir y no saber su nombre, le
explico que quería el vodka con yuyo, haciéndose referencia hoy al popular Mojito.
NÉSTOR HUGO YAIQUE
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