El orgullo de la ciudad
22 son kilómetros los que separan la capital tucumana de Lules fundado el 20 de noviembre de 1851, por el padre Zoilo Domínguez que cumpliendo funciones en la parroquia de Famaillá adquiere en una propiedad en el Río Lules, en la que decide fundar la Villa San Isidro. Hoy convertida en la ciudad de San Isidro de Lules.
Una de las principales calles de la ciudad lleva su nombre,
la cual es una de las transitadas por los luleños que a las 18. 00 circular por
ahí es un verdadero caos.
Por esa arteria a lo lejos se lo veía venir a él a bordo de
su motocicleta rumbo a su casa. Vestía ropa deportiva y traía consigo un bolso
negro con diferentes materiales que utiliza en los entrenamientos. Llegaba de
dar su clase de vida saludable en el complejo Seoc.
Considerado uno de los grandes jugadores que vio nacer la
cuidad de la frutilla, pero al que le faltaron oportunidades para trascender en
el fútbol porque condiciones técnicas le sobraron. Se dio el gusto de compartir
equipo con Diego Armado Maradona.
Jugó en Deportivo Mercedes, Almirante Brown, Bella
Vista, San Pablo, Sportivo Guzmán y de Talleres de Perico (Jujuy).
Actualmente se desempeña como formador de jugadores.
*****
Hijo de María Eva Villafañe y de Daniel Del Valle
Pérez, nació el 19 de noviembre de 1965 y tiene 8 hermanos, Daniel, Susana,
Eduardo, María Rosa y Gladys. Mientras que Roque y Miguel
fallecieron.
En el 2005, Juan Carlos Pérez. Tras vestir la
camiseta de varios clubes de la Liga Tucumana; como Almirante Brown,
Bella Vista, San Pablo, Sportivo Guzmán, Talleres de Perico (Jujuy), en el
torneo del interior. Decide volver al Club Social y Deportivo Mercedes, para
cerrar su carrera futbolística al final de la temporada en el club que le abrió
la puerta para crecer como jugador.
“La Juve Mercedina” el año con las ilusiones renovadas.
Volver a primera división de la Liga Tucumana, por eso los dirigentes de la
entidad luleña recurrieron a personas que hayan tenido un pasado exitoso en el
club.
Para comandar al equipo acordaron la llegada de José
Bernardo Páez, quién volvía al club, tras un exitoso primer paso donde
salió campeón. No conforme con eso también abrocharon el regreso de su hijo
prodigio de la casa que volvía a vestir la camiseta del club de su pueblo tras
19 años.
- “Vuelvo a buscar el ascenso”.
El Sapo” como le dicen a José Páez, un hombre robusto de
unos 65 años, cabeza blanca que actualmente se encuentra trabajando en
Almirante Brown como coordinador de las infantiles, fue el último técnico que
lo dirigió antes del retiro. Contó que era un jugador que sobresalía en todos
los aspectos, además ser el de capitán, era el eje del equipo porque lo
manejaba dentro de la cancha.
Se movía con total libertad dentro del campo de juego, era
el hilo conductor de ese equipo. Daba indicaciones a sus compañeros, decidía
porque sector iba arrancar o terminar la jugada. En definitiva, debido a la
confianza que Páez le dio se sentía el entrenador, algo que el mismo Bernardo
dijo.
- “Era el técnico
dentro de la cancha”.
En todos los clubes donde jugó él siempre se lo vio jugar
por el sector derecho de la defensa, sin embargo, por las cualidades y
condiciones técnica que poseía podía desempeñarse como volante central,
posición que Páez lo utilizó en Mercedes.
-Tenía marca y cuando poseía la pelota en los pies sabía
distribuir muy bien el juego y jugaba muy bien al fútbol.
A pesar de haber realizado una gran campaña llegando a la
final del ascenso a primera división. No pudo coronarlo al perder 2 - 1 ante Santa
Lucia. El partido se disputó en el estadio de Famaillá.
El destino lo volvió a juntar esta vez para trabajar en
conjunto en la formación de jugadores, donde su ex entrenador solo tuvo palabra
de elogiosas para con él.
-Lo considero un buen técnico, lo veo trabajar y lo hace
muy bien.
*****
- “Haber quedado en la puerta del ascenso queda un gusto
amargo”.
Los días previos de jugar la final, Carlos había tomado la
decisión de retirarse del fútbol una vez que finalice el encuentro ante Santa
Lucia. Una decisión que costó tomar. Fue pensada y meditada durante el
trascurso del torneo. Mientras pasaban los meses, los entrenamientos, los
partidos y veía el retiro cada vez más cerca.
-Me daba cuenta de que debía dar un paso a pesar de que
quería continuar participando, pero ya no te da el físico ahí te das cuenta
cuando Tenes que dejar. No que el fútbol te deje, sino vos dejar el fútbol, ya
no tenía la motivación de ir a entrenar por el cansancio, el trabajo.
Sábado a las cinco de tarde.
Fabián Ramírez,
zaguero central y compañero de él en ese equipo que llegó a la final por el
ascenso, lo conoce desde los 15 años cuando empezaba a dar sus primeros pasos
en el fútbol. En varias ocasiones ha podido compartir una cancha de fútbol.
- “Ha sido un placer jugar al lado”.
- ¿Como era como compañero?
-Era persona espectacular en todos los sentidos, en lo
humano, en lo futbolístico siempre aconsejando.
- ¿Qué tipo de
jugador era?
-Era un polifuncional, podía jugar en varias posiciones. En
ambos laterales, de volante por derecha o volante central y siempre mantenía su
nivel.
Tras el pitazo final del árbitro polifuncional jugador le
dijo adiós. Una vez que colgó los botines comenzó a pensar en un futuro seguir
vinculado al fútbol por eso empezó a prepararse para ser director técnico.
Se recibió de instructor de fútbol infantil y técnico de
Primera División Nacional en 2007/08 bajó la dirección de la escuela de Néstor
Rodríguez y Dudi Salvatierra.
*****
- Está profesión es tan hermosa, a mí me encanta acomodar
todo lo que es táctico, preparación física y técnica de un equipo.
En el 2010 presentó un proyecto en Almirante Brown para
trabajar en las divisiones formativas, también tuvo participación en la reserva
que era dirigida por José Mercado. Durante su estadía en el club
llegó a conducir al plantel superior. Realizó un gran trabajo en los cinco años
que estuvo.
Tras la salida a mitad del 2012 de Elpidio Eliceche,
el técnico de ese entonces que se fue a dirigir al Sur. Carlitos como lo llaman
sus amigos, había sido designado por la dirigencia de ese entonces para hacerse
cargo del plantel superior hasta la finalización del torneo.
Se sentaría por primera vez en el banco para conducir al
equipo de primera, oportunidad que esperaba, soñaba, anhelaba, pero jamás
imaginaba que su estreno sería tan pronto y nada más nada menos que en el
clásico luleño ante Deportivo Mercedes.
El 26 de agosto había amanecido fresco y ventoso, como esos
inviernos que ya no se ven. Con el correr de las horas el cielo se fue
despejando, dándole lugar al sol que apenas calentaba. El reloj marcaba las
cuatro de la tarde, hora donde muchas familias dormían siesta y otras se
encontraban haciendo ronda de mates, en Mercedes el árbitro daba inicio al
partido que solo se jugaba con parcialidad local, sin embargo, un grupo de
simpatizantes “Albiazul” se llegó hasta el estadio de “La Juve Mercedina” y vio
el partido desde arriba de la tapia.
Durante el encuentro la parcialidad local al ver que su
hijo prodigio al que cobijo cuando estaba dando sus primeros pasos en el
fútbol, estaba dirigiendo a su clásico rival no le gustó y lo hostigaron toda
la tarde.
- Creí que iba a ser bien recibido, pero ha sido todo lo contrario.
Algunas personas se han sentido mal porque estaba dirigiendo al clásico rival y
lamentablemente es mi profesión.
El conjunto “Marino” terminaría ganando 4 – 0 y para Pérez
será un día que siempre recordará al igual que los simpatizantes “Marinos”
porque fue el último clásico que se jugó en primera hasta el día de hoy.
Tras la resonante victoria, la dirigencia de Brown decidió
apartar a Pérez del plantel superior y nombrar a otro entrenador, esa noticia
no cayó bien en los jugadores y se lo hicieron saber a la comisión directiva y
como no fueron escuchado algunos futbolistas especialmente los experimentados
dejaron el club en forma de protesta.
- ¿Cómo tomaste la decisión de los dirigentes?
- De la peor manera porque uno siempre anhela dirigir y siempre
tiene el desafío de la primera, incluso de pelear cosas importantes para el
club, pero los dirigentes decidieron contractar a otro entrenador y uno trabaja
para ellos.
- ¿Paso un tiempo, racionaría igual?
- Ahora, con otra visión uno se da cuenta que son
situaciones que uno vive en esta profesión.
De esa manera daba por terminado su primer paso por el
club.
*****
Tras su desvinculación de Almirante Brown fue tentado por
Mercedes, el club de su pueblo natal para hacerse cargo del primer equipo que
competía en la primera B de la Liga Tucumana.
-Me encontraba capacitado y con mucha confianza por eso
tome el desafío.
Es técnico que adapta su idea de juego dependiendo de los
jugadores que posea el plantel. Cuando tiene que replegar y defender cerca de
su arco ya sea porque está siendo superado por el rival o está jugando en
inferioridad numérica no tiene ningún problema en hacerlo para salir de
contragolpe con una pelota rápida.
La impronta que intenta plasmar en sus dirigidos es Pelota
a ras de piso, triangulaciones rápidas con cambios de frentes buscando romper
la estrategia del rival. Tener el
control del balón el mayor tiempo posible, defenderse con él y cada vez que
tenga situaciones busca que termine en gol. Cuando no posee la pelota quiere a
todo su equipo atrás de la línea del balón para presionar en bloque y tratar de
recuperarlo.
Al aceptar el ofrecimiento de debía armar su cuerpo técnico
y recurrió a ex compañeros suyos como Fabián Ramírez, con quien compartió equipo
hace diez años atrás.
-Tuve el privilegio de acompañarlo en esa nueva etapa de él
los resultados no se nos dieron, pero estuvimos ahí de pelear el ascenso.
Su paso por Mercedes tuvo buenos y malos momentos, en el
medio de la competencia una tragedia quedó marcada por la muerte de Sebastián
Gramajo.
El 19 de septiembre, el equipo partió a las 13.30 desde su
estadio hacia Simoca para visitar a Alto Verde a las 16.00 en el
marco de la primera fecha del grupo B de la segunda fase del torneo. El
colectivo que trasladaba a la delegación en el trayecto de Lules, Reducción,
choco a un caballo que se le cruzó en el camino. Ningún integrante del plantel
salió herido, tampoco el chofer, sólo hubo daños materiales.
Si bien los encuentros se juega solo la parcialidad local
“Yeri” como lo apodaban era un fiel simpatizante y seguía al equipo a donde sea
que tenga que jugar, a bordo de su auto.
Recuerdo que ese día fui a transmitir el partido con el
equipo periodístico deportivo de la radio Aconquija 101.3. Mercedes llegó sobre
la hora al partido y cuando fueron a firmar la planilla se dieron cuenta que se
olvidaron los carnets. Gramajo se ofreció a volver a buscarlo al club. Cuando
regresaba de vuelta a la cuidad simoqueña y a pocos kilómetros de la cancha
volcó su auto falleciendo en el acto. El partido fue suspendido.
- “Esa tragedia nos ha marcado ese año".
A pesar de no haber podido lograr el objetivo, realizo una gran
campaña, clasificando al equipo a la segunda fase, al vencer 3 -0 a Central
Córdoba en el desempate por la clasificación a la segunda fase. Esa tarde
del 12 de septiembre en la cancha de Unión Aconquija el capitán y líder
futbolístico de ese equipo, Lucas Ruíz tuvo su tarde de gloria marcando
los goles del triunfo.
En el 2016 regresa a Brown a trabajar en las divisiones
formativas y en reserva junto a José Luis Mercado. En ese mismo año tras
la renuncia de Alberto Marti a la dirección técnica del club, pasó a ser
ayudante de campo de Francisco Márquez en el torneo Federal B.
Al siguiente año nuevamente integraría el cuerpo técnico de
Almirante que disputaba el Federal B y el anual liguista, esta vez acompañando a
José “Tolichi” Mercado. Tras su paso por el primer equipo vuelve a trabajar en
las divisiones formativas. Actualmente se encuentra trabajando en las
infantiles bajo la coordinación de José Páez, junto a Gustavo Palavecino,
Miguel Salazar y Matías Agüero.
-A ellos le intento transmitirle que se diviertan en cada
partido porque si bien en el fútbol hay tres resultados, se gana, se empata o
se pierde. En esta etapa en realidad ni se gana, ni se pierde, sino que se
aprende.
En las inferiores hay mucho material, pero la dirigencia no
le daba la importancia que debía tener. Hasta que el año pasado decidió apostar
por los jóvenes del club, muchos de los chicos que hoy están jugando en primera
tuvieron participación con él en reserva en años anteriores.
-Uno se pone contento ver llegar a un chico infantil,
juvenil, llegar a primera. Tiene una satisfacción enorme de haber formado a
esos jóvenes jugadores.
Para él el club debería seguir fortaleciendo a los jugadores
jóvenes que integran el plantel de primera.
*****
Su infancia y adolescencia la paso en el ingenio Mercedes,
una localidad de Lules, rodeado de amigos que hasta hoy conserva. Ahí conoce a
Chichi Amaya, entrenador del equipo barrial que participaba en los torneos
Inter barriales de la ciudad, lo iba a buscar a su casa, lo llevaba a la suya
desayunaban y salían a jugar, jugaban con equipos de los distintos barrios de
Lules.
El equipo se llamaba igual que el pueblo, Mercedes donde
comenzaría a dar sus primeros pasos en el fútbol donde sobresalía entre sus
compañeros y empezó a llamar la atención de Francisco Medina Ortiz,
técnico en ese entonces de Deportivo Mercedes y lo invitaba a participar de los
entrenamientos y él iba cada vez que podía porque estudiaba.
-Ha sido una linda experiencia, lindo pasar deportivo
infantil en los comienzos.
En 1981 el club decide incorporarlo con tan solo 16 años.
Un año más tarde se produce su debut en la primera del club, en un partido de
la primera C de la Liga Tucumana y debido a su gran rendimiento Ortiz le
dio toda la confianza dejándolo en el equipo titular que lograría el ascenso a
la primera B.
-Le ganamos a El Paraíso, un equipo de la localidad
de la Florida en cancha de Argentino del Norte la final y
logramos el ascenso.
Tras un gran año despertó el interés del clásico rival por
querer incorporarlo a sus filas. Llegó al “Marino” por un trueque entre las
instituciones luleñas que incluyeron el pase de varios jugadores “Albiazules”
al conjunto mercedino.
Su paso por Brown tuvo muchos idas y vueltas debido a que
Almirante dejó de participar del torneo por no tener la cancha en condiciones a
raíz del campeonato de motocross que se realizó.
Fue cedido a préstamo a otras entidades tucumanas, como San
Pablo, donde compartió plantel con Gustavo Espeche, Gustavo
Ibáñez, Jorge Campos, Carlos Galván, entre otros. Sportivo
Guzmán lo suma como refuerzo para disputar el regional donde jugó
con Andrés Cabrera, Alejandro Alamino, Víctor y Walter
Concha y Bella Vista que lo sumó como refuerzo para disputar el
torneo del interior. Luego tuvo un paso por Talleres de Perico (Jujuy), equipo
que ya había incorporado a Daniel Pisculichi centrodelantero de
Almirante Brown que había fichado como refuerzo del club jujeño para disputar
el torneo del interior le había hablado de las condiciones técnicas del
polifuncional jugador al entrenador de ese entonces Juan De La Cruz kairus.
*****
Al volver del servicio en 1986 regresa con la idea de trabajar,
aunque lo que él quería era jugar al fútbol, pero debía trabajar porque en su
familia una vez sos grande si o si tenía que aportar. A pesar de que nunca le
pidieron nada.
Comenzó a jugar en Almirante Brown y al mismo tiempo empezó
a trabajar en papel de Tucumán de 7. 00 a 19.00 horas todos los días. Estuvo
unos allí tres meses hasta que un día un amigo le comentó que la panadería “La
Flecha” buscaba empleado.
Entró a trabajar en la panadería con 21 años, trabajo que
mantiene hasta el día de hoy. Comenzó atendiendo al público y luego paso hacia
adentro pasando por todas las áreas, desde la elaboración del pan, horneador
hasta volver a la atención al cliente.
En 1990 deja la casa de sus padres para irse a vivir a Ingenio
Lules junto a su esposa Alicia Santillán y sus dos hijas Camila y Brenda,
quienes estudian profesorado de educación física y radiología respectivamente.
Se destacaba fin de semana, tras fin de semana en el anual
liguista y fue seleccionado por la liga tucumana para jugar en el combinado
local. En ese tiempo la entidad madre del fútbol tucumano premiaba a los
mejores jugadores de cada club.
-Fue emocionante compartir equipo con él, disfrutaba verlo
hacer un cambio de frente o un control de pelota con el pecho que la bajaba y
le quedaba en el pie. Unas condiciones naturales de él.
En 1992 Diego Armando Maradona no podía jugar para
el Nápoles ya que se encontraba cumpliendo una sanción por doping. Se
encontraba realizando partidos a beneficios por todo el país y vino a Tucumán
a jugar un partido a beneficio del Hospital de niño.
El seleccionado liguista del que Carlitos, fue parte y
contó con la presencia de Maradona, el selectivo de la liga era dirigido por Daniel
Petrela. Mientras que al combinado que conformaban los de jugadores de Atlético
Tucumán y San Martín era conducido por Guillermo Reinoso. En
un principio está pactado que Diego iba a jugar un tiempo para cada equipo, sin
embargo, jugó los noventas minutos para el conjunto liguista.
Con una emblemática camiseta auspiciada por Salvic,
el equipo celeste, conducido por Diego, igualó 6 - 6 ante el equipo que vestía
de amarillo, donde ´él marcó tres goles. El partido se jugó en el José
Fierro.
Los días previos al encuentro, el seleccionado liguista se
encontraba entrenado, entrenamiento que fue interrumpido por los organizadores
para comentarle que quienes estaban elegidos para jugar ese partido.
-Fue una alegría terrible cuando encontré en el diario mi
nombre, lo lees y es hermoso.
En el 2003 fue parte del equipo que lograría el ascenso a primera división bajo la dirección técnica de José
Ernesto Campos. A comienzo de año se disputó un promocional para
ascender a primera división en el que intervinieron equipos que habían clasificado
a segunda rueda en la primera B del 2002 (All Boys, San Ramón, El
Timbo Fútbol Club, Estación Experimental y Unión Aconquija),
más los descendidos de primera (Villa Mitre y Alto Verde). Brown
elimino a Alto Verde (0 – 0 fue la ida y 2 – 0 la vuelta), clasificándose para
el pentagonal que daba dos plazas a primera A.
El ascenso el 13 de abril lograría el ascenso al vencer en Yerba
Buena a Unión Aconquija 3 – 2 en la última fecha. Costilla, Espeche y
Graneros anotaron los tantos del “Marino”, mientras que Díaz y Lagartera,
anotaron para el conjunto local.
A lo largo de su carrera futbolística tuvo muchos
entrenadores como Orlando Lito Espeche, Miguel Espeche, José
Ernesto Campos, Guillermo Reynoso, Víctor Palomba y Víctor
Hugo Jiménez. Cada uno de ellos aprendió muchas cosas que incorporó a su
formación como entrenador intenta plasmarlo. De todos técnicos que lo
dirigieron hubo dos que lo marcaron.
-Orlando Lito Espeche que con simples palabras entendía el
mensaje que él quería dar. Mientras que José Ernesto Campos, de no perder ese
espíritu de lucha y de no darse por vencido nunca.
*****
Viernes a las siete de la tarde.
Mientras observaba los últimos minutos del entrenamiento de
las infantiles de Almirante Brown él se encontraba muy activo parando la
práctica y mostrado la jugada la vez que sea necesario y siempre alentando a sus
dirigidos cuando se frustraban.
Nos encontramos en el coralito de afuera de la cancha nos
saludamos cordialmente. Caminamos hasta la entrada de la platea, subimos la
escalera y nos ubicamos en la primera fila del sector derecho, nos sentamos uno
a la par del otro. “Caluchin”, apodo con el que se lo conoce ocupó el asiento
número 3, yo el 1.
Mientras que con 18 años repartía su tiempo entre cursar el
último año de la secundaria en la nocturna y jugar en la primera de Deportivo
Mercedes. En 1985 tuvo que realizar el servicio militar en el regimiento de
infantería del 19 y luego paso a Tupungato, Mendoza. Para muchos
jóvenes hacer el servicio era perder un año, sin embargo, para el ex jugador y
actual entrenador de las infantiles de Almirante no fue así.
- Aprendí a ser responsable a levantarse temprano, acomodar
las cosas, tenías que a ser vos las cosas, ya no estaban papa y mama.
Cuando algún integrante del escuadrón se encontraba
bajoneado, el desayuno, el almuerzo, la merienda y en la cena donde lo juntaban
a todos, el grupo se daba fuerza entre sí para levantarte el ánimo, sabiendo
que podes estar seis meses o años.
-Ha sido una
experiencia linda, más allá que vos llamas militar y es algo complicado, en ese
tiempo la juventud aprendía.
En los tiempos libres que tenía mientras estaba en el
servicio, integraba el equipo de fútbol que tenía el escuadrón.
- ¿Qué te dejó tu paso por el servicio?
-Los valores de la vida, no solo era aprender a manejar
armas y estrategias de ataque, sino también aprender muchas cosas que te pasan
en la vida familiar.
*****
Javier Cabrera, es
su mejor amigo y describe a Carlitos como él llama como una excelente persona.
Se conocen desde que tenían 12 y 13 años, cuando vivían en Mercedes a partir de
ese momento se hicieron inseparable y nunca más se alejaron.
Fueron compañero en el tercer año de la nocturna en el
Padre Manuel Ballestero.
-Era un alumno normal de siete puntos.
La infancia de estos dos amigos siempre estuvo marcada por
la pelota, a la mañana iban a la escuela donde no coincidieron porque
“Caluchin” era un año mayor y toda la tarde se dedicaban a jugar a la pelota
con sus amigos, donde él ya empezaba a mostrar que tenía condiciones para
jugar.
-Él era un muy buen jugador, nosotros éramos mediocres a
comparación de él.
Cuando crecieron empezaron a ir al colegio juntos a
realizar otro tipo de cosas como compartir salida a los bailes. A Carlos le
gustaba mucho bailar según su amigo.
- Siempre ha sido un mediocre, pero él creía un buen bailarín.
En el último año de la secundaria en la nocturna,
organizaban fiestas para recaudar dinero para el viaje de egresados, más la
disfrutaban Carlos y Javier que las personas que iban.
Se dejaron de ver un tiempo cuando Carlos se fue de
Mercedes para irse a vivir a otro lado y luego a Ingenio Lules, pero cada vez
que se encontraban era como si no se hubieran separado.
En los días de lluvia cuando la cancha estaba embarrada y
no se podía jugar, la bandita de 15 de amigos se juntaba y salían a cazar rana
aprovechando los charcos de agua donde estas salían. Tres de ellos se
encargaban de matarlas y el resto las iban juntando.
-Las cocinábamos y luego la comíamos, también matamos
palomas.
Los Chupilos de Mercedes, es un equipo que compite en el
campeonato de veterano cada sábado, donde Juan Carlos mata el vicio del fútbol.
Está integrado por el grupo amigos que se conocen desde la infancia y del
barrio. La única diferencia es la edad entre dos y tres años.
El escritor y compositor Anthony Burgess señala en
una de sus obras literarias. Cinco días son para trabajar, como dice la Biblia.
El séptimo día es para el Señor, tu Dios. El sexto día es para el futbol. Algo
que Juan Carlos Pérez aplica a su rutina diaria a la perfección. Los días de
semana combina su trabajo entre atender a los clientes en la panadería por la
mañana y a la tarde entrenar a las infantiles de Almirante Brown. Mientras que
los sábados se dedica al fútbol.
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